Todos los trabajos impresos requieren un soporte adecuado para distintos acabados y calidades. Según el soporte, es decir, el papel que elijamos conseguiremos un acabado u otro y una calidad menor o mayor, así como la transferencia correcta de los colores y la duración de los mismos. La fibra de papel es algo determinante en la calidad de la impresión y en este post te contaremos de qué manera influye en el resultado final.
Las fibras, el ingrediente básico en el papel
Las fibras son el ingrediente básico para conseguir un papel de calidad. Estas pueden proceder de la madera o de algunas plantas como el algodón y el cáñamo. Sin embargo, el papel también contiene algunos químicos y aditivos que aportan más calidad (blanqueadores, colorantes, microbicida y espumantes, etc.). Las fibras, según su procesamiento las encontraremos de dos tipos según su longitud. Las fibras cortas son las que están hechas de eucalipto y las podemos encontrar de un tamaño de entre 1 y 2 mm.
Las fibras largas, en cambio pertenecen al pino (u otros tipos de madera conífera) y su longitud es de alrededor de 3 mm. Todas las fibras, a la hora de fabricar el papel, se posicionan en la misma dirección. Esto se hace para que a la hora de cortar el papel o doblarlo para encuadernarlo, sea mucho más sencilla su elaboración. Por lo tanto, a la hora de cortar el papel o doblarlo necesitaremos hacerlo respetando el sentido de las fibras. Si no lo hacemos pueden ocurrir errores que explicaremos a continuación.
Importancia del sentido de las fibras
Cuando cortamos y doblamos el papel de libros, catálogos y elementos parecidos (que requieren doblar) como ocurre en la impresión de revistas, la portada quedará curvada, ya que no estamos respetando la posición perpendicular de las fibras. Si colocas el libro de pie y la portada se abre hacia fuera, significará que las fibras van paralelas al lomo. Para evitar esto colocaremos el papel con las fibras en perpendicular.
En dípticos o folletos que también requieren doblar el papel pueden romperse las fibras por la zona de plegado. Esto lo observaremos cuando en el pliegue hay una línea blanca como si el papel estuviera roto. Y efectivamente, el papel está roto, es decir, las fibras. Si las fibras se rompen en este caso es porque están colocadas de forma horizontal y no de forma vertical, en paralelo al plegado.