Los folletos, o también conocidos como flyers, son uno de los medios publicitarios que mejor funcionan a la hora de dar visibilidad a productos, servicios y ofertas. Sin embargo, en muchas ocasiones las empresas no conocen las pautas de gramaje necesarias para imprimir estos soportes publicitarios de forma correcta. En este post te ayudaremos a medir el gramaje del papel de forma correcta para que tus impresiones publicitarias tengan un resultado perfecto.
Pero antes de hablarte sobre las distintas medidas del gramaje de papel es necesario dar una breve explicación de lo que la palabra “gramaje” significa. El gramaje es La medida de los gramos que pesa un metro cuadrado de papel. Aunque en muchas ocasiones las personas se refieren al gramaje como el grosor del papel, esta referencia no es del todo correcta, ya que realmente podríamos encontrar distintos gramajes de papel con el mismo grosor. El gramaje es lo que convierte un papel en uno de buena o mala calidad.
¿Por qué es importante elegir bien el gramaje de un flyer?
A la hora de medir el gramaje de un papel necesitaremos coger una muestra de papel de una medida determinada, suficiente para medir el gramaje. Esta muestra de papel debemos medirla y multiplicarla por los centímetros de cada lado del papel. Lo siguiente que haremos es pesar la superficie que hemos medido de la muestra de papel y hacer una regla de tres para determinar el peso de cada metro cuadrado de este papel.
A la hora de escoger el papel para imprimir nuestros folletos, hay que tener en cuenta que cuanto más pese el papel, más resistente será (y probablemente más grosor tendrá). Esto se traduce en un papel de calidad. Por ejemplo, el papel de seda o de fumar tiene un gramaje muy inferior, de entre 12 y 25 g/m2. Los periódicos, además, suelen tener un 42 g/m2, mientras que el papel normal y corriente que utilizamos en una oficina tiene alrededor de 90 o 600 g/m2. Un gramaje mayor, de unos 350 g/m2 suele ser el de las cartulinas.
Para un folleto, la textura y el grano del papel también son dos aspectos importantes. Lo más recomendable para los folletos es un gramaje de entre 90 y 120 gramos, un papel con algo más de cuerpo y con acabado mate o brillante, según lo que prefiramos. Un papel rugoso recuerda al de las oficinas, a los documentos. En cambio, un papel estucado o con brillo son ideales para imprimir folletos con muchos colores.