La tecnología nos introdujo en las comodidades digitales y ha transformado profundamente la forma en que consumimos información, cómo elegimos y nos adaptamos a un estilo de vida y cómo interactuamos con el resto del mundo.
Hablando de interacción, probablemente estarás de acuerdo en que el Wifi y las redes sociales definitivamente han hecho que nuestros medios de comunicación sean rápidos y eficientes. Y, sin embargo, parece que falta un factor importante en la ecuación.
Así es, una conexión personal.
En los negocios, en particular, es importante tener en cuenta que los profesionales siguen prefiriendo el contacto cara a cara. De hecho, según un estudio sobre redes cara a cara, «el 95% dice que las reuniones cara a cara son esenciales para establecer relaciones comerciales a largo plazo».
Ahí es donde entran las tarjetas de visita.
Un par de cientos de años después, y aquí estamos, todavía intercambiamos tarjetas de presentación cuando tenemos alternativas digitales disponibles. No podemos evitar preguntarnos por qué, ¿no? Así que aquí te dejamos algunas razones:
- Las tarjetas de visita hacen a tu empresa parecer profesional y preparada
- Permiten crear eficazmente relaciones con clientes, proveedores, socios, colaboradores… en persona
- Estimulan las oportunidades de conseguir clientes a través del marketing directo;
- Las tarjetas de visita ofrecen un valor que puedes amortizar durante años
¿Las tarjetas de visita funcionan en la era digital?
La respuesta corta es sí, pero echa un vistazo a la larga. Según el Blog de Adobe, las ventas aumentan en un 2,5% por cada 2000 tarjetas que se transfieren. ¿Insignificante? De ningún modo.
Una publicación relacionada con Small Business Rainmaker hizo los cálculos: si una empresa gana 100.000€ al año, un aumento del 2.5% significa que agregará 2.500 a sus ingresos. Es un retorno considerable cuando solo estás gastando menos de cien euros para imprimir tus tarjetas profesionales.
Entonces, ¿cuál es el papel de las tarjetas de vista hoy?
Ahora tratemos de agregar más contexto sobre por qué funcionan las tarjetas de presentación y cómo continúan sobreviviendo y prosperando en la era de los teléfonos móviles.
Un artículo publicado en Harvard Business Review explora cómo «nuestras sensaciones corporales ayudan a determinar las decisiones que tomamos», influyendo de manera subconsciente en nuestra respuesta a los productos, las personas y las situaciones.
En otro artículo, Thrive Agency destaca el toque personal como un poderoso contribuyente al marketing basado en los sentidos, lo que incita a las marcas a aprovechar los materiales impresos para enfatizar la calidad. Eso es algo que realmente no puedes comunicar en línea.
Las tarjetas de presentación son tangibles, apelan al sentido táctil de un posible cliente, socio o inversionista, lo que las convierte en herramientas efectivas para desencadenar el compromiso, iniciar una conversación y hacer avanzar una conexión.
Pero la mayoría acaban en la papelera, ¿no?
Es cierto que no todas las personas a las que entregues tus tarjetas de visita la conservarán. Digamos que repartiste 100 tarjetas de visita en un evento y 12 personas decidieron mantener tu contacto; ¡Felicidades! Eso son 12 clientes potenciales dispuestos a hacer negocios contigo, 12 posibles compromisos comerciales a largo plazo. Nada mal, ¿no?