Aunque el mundo de la publicidad online nos ha aportado una gran cantidad de opciones y soportes de lo más económicos, con un alcance sin igual, la promoción offline sigue siendo una de las variantes que mejor funciona a la hora de publicitar nuestros productos o servicios. Uno de los soportes que más se utilizan a la hora de exponer los productos que ofrecemos como empresa es el catálogo, esa revista de productos que nos encontramos cada cierto tiempo en nuestro buzón.
¿Qué es un catálogo?
El catálogo es un elemento promocional que las empresas utilizan de forma frecuente, ya que ofrece una gran amplitud, cosa que dichas empresas no aprovechan siempre de forma eficiente. Una de las variantes del catálogo es el tabloide, un soporte que no necesita una encuadernación a la hora de montar las páginas impresas. Se trata de un soporte que además tienen un gramaje muy bajo, por lo que suele ser bastante más económico que los demás soportes.
¿Qué son las revistas promocionales?
La revista es otro soporte que podemos utilizar para promocionarnos y la diferencia en cuanto al tabloide es que esta sí que va encuadernada. Este formato es ideal si lo que queremos es ofrecer información interesante sobre nuestra empresa o nuestros productos. La revista es, por lo tanto, el soporte perfecto para entregar en una feria y la ventaja es que hay una gran cantidad y variedad de gramajes y acabados entre los cuales podemos escoger. Nuestra recomendación es que, si vas a promocionar en gran cantidad y de forma masiva, escojas un gramaje más bajo.
Ventajas de las revistas y catálogos promocionales
La ventaja principal del catálogo impreso es que al imprimirlo lo tendremos siempre a mano para consultar la información de forma sencilla. Según la experiencia de nuestros clientes, el catálogo es un formato que transmite mucha más confianza a sus clientes, por el carácter práctico que tiene. Sin embargo, a la hora de crear un catálogo, si queremos llamar la atención y que sea atractivo, debemos apostar por un diseño que funcione y que sea lo más estético posible.
Debemos utilizar imágenes de buena calidad, un diseño gráfico atractivo y dar algo de información sobre la empresa. Pero no basta simplemente con informar sobre quiénes somos, es importante hablar sobre nuestros valores y filosofía, contar nuestra historia, dotar de personalidad nuestra empresa. Es fundamental que aportemos algo de información emocional a nuestro catálogo, no simplemente poner imágenes y precios de nuestros productos.