Las imágenes y las fotografías son un elemento esencial cuando realizamos una composición gráfica, ya sea un cartel, un póster, un flyer, una revista, etc. Escoger los colores, luces, retoques y formatos adecuados es fundamental. En el post anterior hablamos sobre los tipos de formatos que hay y cuáles escoger. Empezamos hablando en un primer lugar sobre el TIFF, JPEG, el PNG y el SVG. Aunque estos formatos son esenciales para la fotografía, el PDF también es un formato muy versátil y recomendable para aquellas fotografías en las que tenemos información de mapa de bits o vectores. Así mismo, el PDF es un formato perfecto tanto para imprimir como para leer en formato digital.
Sin embargo, otro formato un tanto olvidado y que parece que solamente sirve para medios como redes sociales, es el GIF. Este formato es uno cuyo funcionamiento es el mapa de bits y sus desventajas es la limitación que nos pone en los colores y la resolución. No obstante, es un formato interesante para crear animaciones simples. Por lo tanto, si buscas un formato en el que se respete el color, el GIF no es el adecuado. El color es un tema complicado tanto en el mundo digital como impreso. Pero lo más importante que debemos saber es que el color que se utiliza para medios digitales no es el mismo que el que se utiliza para medios impresos.
En otros posts hemos mencionado que en medios digitales el color debe ser en formato RGB y en medios impresos en CMYK. En medios digitales, para ver un color necesitamos luz y el negro es la ausencia de luz. Para medios impresos lo que necesitaremos son pigmentos. Gracias a los pigmentos y a la mezcla de los mismos podremos conseguir una cantidad de colores inimaginable. En la impresión el blanco es ausencia de color, pero al mismo tiempo es un color en sí. El negro, por lo contrario, es un color que contiene todos los colores posibles (aunque cuando mezclamos muchos colores lo que realmente conseguimos es un marrón muy oscuro).
La resolución es fundamental a la hora de conseguir una imagen de calidad y lo que debemos tener en cuenta es la cantidad de puntos de color. A más puntos, más resolución. Para imprimir lo más recomendable es una resolución de 300 ppp y para medios digitales basta con unos 72 ppp para tener imágenes de calidad. Sin embargo, utilizar solo 72 ppp para imprimir solo puede dar un resultado de mala calidad, ya que la imagen que conseguiremos será muy granulada.