Consejos a la hora de comprar fuentes

Encontrar la fuente perfecta no es una tarea fácil, pero es uno de los pasos más importantes para tener éxito en nuestros proyectos. La fuente es tan importante como el actor principal que interpreta una película. Si este resulta poco creíble, la película transmitirá lo mismo. Ocurre lo mismo con la elección de las fuentes. Si la fuente no es la correcta, el mensaje que queramos comunicar no llegará a nadie.

Comprender las fuentes

Para conocer las fuentes hay que ser capaz de distinguir entre los caracteres tipográficos (familia) y las fuentes (sus variantes). Pongamos como ejemplo Calibri. Calibri, en este caso, sería la familia de fuente, es decir, el carácter tipográfico y Calibri light una fuente, es decir, su variante. Para hacer uso de la fuente necesitaremos el archivo de la fuente, un software que requiere de una licencia para su uso. En dicha licencia se especifica de qué manera podemos utilizar la fuente, es decir, lo que se permite hacer con ella y lo que no.

La licencia es lo que pagamos a la hora de comprar la fuente y su precio varía según para lo que vamos a utilizar la fuente. Por ejemplo, si vamos a utilizar la fuente en nuestra página web, el precio de la licencia será proporcional a las visualizaciones. Lo más habitual es que las licencias no permitan que dejemos las fuentes a terceros. Esto se refiere a que nosotros como compradores de la licencia podemos instalar la misma en varios dispositivos que utilicemos, pero no podremos cederle esta fuente a otro usuario.

Donde comprar fuentes

Podemos clasificar las licencias en gratuitas, para un uso personal y de pago, para el uso comercial. En el caso de optar por una fuente gratuita, estas deberán ser utilizadas para fuentes personales y se pueden adquirir desde sitios como MyFonts, Fonts.com o FontShop. Todas estas páginas son propiedad de Monotype, pero hay muchas más como Village, TypeNetwork y Typeby.

A la hora de comprar fuentes hay que tener en cuenta algunas cosas como el número de variantes que tiene la fuente (negritas, cursivas, condensed, etc.). Otro elemento a tener en cuenta es si la fuente está disponible en mayúscula o si tiene acentuación. Hay muchas fuentes que no incluyen la acentuación. También es muy importante las funciones de OpenType que tiene la fuente.

Por último, es muy habitual encontrar una fuente y enamorarnos de ella para utilizarla en nuestra publicidad comercial impresa, pero no poder detectar exactamente su nombre. Una forma de averiguarlo es mediante la aplicación WhatFont.