Aunque la evolución de las tecnologías de la información y de la propia sociedad deriva irremediablemente hacia lo digital, la imprenta y el papel resisten como una de las formas de comunicación más extendidas actualmente, si bien es cierto que sus servicios han cambiado y se han agilizado de forma considerable. El timing de la imprenta es mucho menor y sus servicios se han abierto a todo tipo de organizaciones, empresas y entidades.
Revistas, periódicos, cartelería, folletos y en general cualquier tipo de soporte con objetivos informativos o publicitarios son hoy en día los principales productos que salen de una imprenta. En un mundo cada vez más globalizado y en el que cuenta tanto la imagen, las empresas apuestan por el impacto físico: un buen flyer, una pequeña revista, un folleto clásico de buzoneo… las opciones son ilimitadas.
¿Papel offset o papel estucado?
Pero para que la imprenta funcione a pleno rendimiento debe haber un papel en el que se imprima acorde con los objetivos que tengamos marcados con la impresión. Existen múltiples tipos de papel según su textura, longitud, brillo, grosor, etc. Algún tipo de papel más común y otros más específicos; unos más básicos y otros de mayor calidad. Todo depende de qué estemos buscando imprimir y la relación calidad-precio que nos marquemos.
Generalmente existen dos bloques diferenciados de papel: el más común es el papel offset. Se trata de uno de los más esenciales en nuestra vida diaria y admite bastante bien que luego se pueda escribir en ellos, de ahí que se use en libros de texto, periódicos o talonarios. Su punto fuerte es la porosidad, que lo capacita para absorber una gran cantidad de tinta. Soporta mejor los formatos grandes y las grandes tiradas, pero es cierto que su definición y nitidez se resiente. Sus gramajes oscilan entre los 80 y los 240 gramos.
Por otro lado tenemos el papel estucado, que tiene una apariencia más moderna. Es conocido popularmente como papel couché. A diferencia del offset, soporta mejor la impresión a color, apenas presenta porosidad y tiene más brillo y revestimiento. Frecuentemente se trata de un papel destinado a la publicidad: folletos, revistas, catálogos, flyers, tebeos, etc. Es el papel utilizado en la publicidad por buzoneo. Su grosor va desde los 90 a los 400 gr, utilizado sobre todo en portadas de revistas.
Lo más recomendable a la hora de elegir el papel de nuestra impresión es analizar nuestra intencionalidad. ¿Qué buscamos con la tirada a imprenta? ¿Cuál es el formato que mejor se adapta a lo que tenemos en mente? ¿Cuál es nuestro presupuesto? Antes de entrar a imprenta es recomendable buscar asesoramiento en este mundillo para garantizar que el resultado se amolde a nuestros deseos.